De 1964 a 1967 realizó estudios de pintura, dibujo, grabado y escultura, bajó la dirección de Dante Lazzaroni y Maria Castillo, graduándose como profesor en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tegucigalpa. De 1964 a 1968 expone individualmente en el IHCI, el Instituto Honduereño de Cultura Interamericana, del que obtiene, en 1966, el gran premio nacional del V Salón Anual. En 1968 viajó a España. Residió más de 20 años en Barcelona, donde logró consolidar su trayectoria artística al expone en prestigiosas y reconocidas galerías de arte.
Participó en innumerables exposiciones colectivas en España y en otros países de Europa. También expuso en Brasil, Estados Unidos, Venezuela, Japón y en Centroamérica. A partir de los años 90 viajó con mucha frecuencia a Honduras donde presentó varias exposiciones. Actualmente ha fijado su residencia en Tegucigalpa. Entre sus más importantes distinciones se encuentran el Segundo Premio en la XII Exposición Provincial de Barcelona y la Mención Honorifica en el Premio Sala Clara de Olot, Gerona, en España. Sabillón se caracteriza por el empleo de un excelente dibujo. Los tonos que emplea son suaves y rigurosamente trabajados para lograr los distintos efectos del realismo clásico que constituye la base de sus obras. El factor surrealista de éstas aparece frecuentemente en la solución que les da a las cabezas de sus personajes. El éxito de Sabillón como artista hondureño en España puede verse a través de las siguientes palabras del crítico Angel Marsa: "La pintura surrealista tiene en Gregorio Sabillón su maestro actual indiscutible. Ello encuentra confirmación plena en una técnica minuciosa e irreprochable, lindante con el hiperrealismo. Gregorio Sabillón incorpora a su pintura las perentorias postulaciones de la teoría propagada por Breton y activada con diversa intensidad por Dalí, Masson y Max Ernst.
Pintura surrealista
